Sonríe, si no nos inventamos motivos para sonreír te aseguro que nadie nos los regalará


miércoles, 5 de octubre de 2011

SUBNORMAL...

La semana pasada, cuando subía a mi coche al salir del gimnasio, comprobé que otro coche me cortaba el camino. Entré al gimnasio para que dieran el aviso y que el conductor retirase el coche. La recepcionista, tras repetir 12 veces el modelo, color y matrícula del coche, y tenerme 20 minutos esperando, empezó a llorar de la risa, se levantó y echó a correr. ERA SU PROPIO COCHE.

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